Decidí hacer este comentario porque he visto como se mal interpreta este verso bíblico.
Todas las cartas de Pablo fueron escritas a las congregaciones (Iglesias), en los diferentes lugares. He escuchado decir que la Carta a los romanos fue escrita a gentiles inconversos (no creyentes), pero el mismo Pablo escribe que su carta fue escrita a la Congregación (Creyentes) que estaban viviendo en Roma. “a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (RV1960).
… Pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia… (Romanos 6:14).
Este texto es muy utilizado por los dispensacionalista para demostrar que hoy día el Mundo entero está viviendo en la séptima y última dispensación, permítame decirle que eso de las dispensaciones fue inventado por teólogos y no es algo que esté establecido en la Biblia.
El texto o la parte del texto se puede entender por el mismo contexto leamos: No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
La parte del texto que estamos examinando está en dos frases y estas dos frases se refieren a dos momentos o etapas en la vida de la persona, cuando no conocíamos la ley nosotros pensábamos que éramos libres porque hacíamos lo que nos venía en gana, pero alguien nos dijo la ley dice que no amar a Dios, no honrar a nuestros padres, robar, matar, adulterar, etc. Es pecado, es decir es contrario a lo que Dios espera de nosotros, y todos en algún momento de nuestra vida cometimos al menos una, dos, tres o más de estas infracciones, luego la palabra de Dios dice que los que practican tales cosas son dignos de muerte (Romanos 1:32).
Como resultado de tales prácticas quedamos convictos de la ley, porque con nuestras acciones no podemos remediar ninguno de estos malos actos, y por lo tanto la ley se enseñorea (se hace dueños) de nosotros.
Entonces cuando practicábamos el Pecado estábamos bajo la ley, es decir la ley nos acusaba de traidores, adúlteros, idólatras etc. pero luego la misma ley nos mostró la salida “porque el fin (Objetivo, la razón) de la ley es el Mesías "(Romanos 10:4) es decir mostrarnos que para ser verdaderamente libres necesitamos aplicar el sacrificio del Mesías en nuestras vidas, caminar con él, vivir como el vivió en obediencia a los mandamientos de Dios y de este modo entramos a gozar de la verdadera libertad, la Gracia de Dios.
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