Después de escribir el artículo anterior (La Ley fue algo ineficaz e inútil) nos dimos cuenta que algunos lectores aún no lograron comprender que fue lo que quedó como ineficaz e inútil, por ello escribí este otro comentario para dar mayor comprensión.
En los tiempos de los Apóstoles sólo estaba escrito lo que hoy día conocemos como el Antiguo Testamento. Los escritores del Nuevo testamento se refieren a aquellas escrituras como La Ley, Los Escritos, Los Salmos y los Profetas, posteriormente se hizo una nueva clasificación: El Pentateuco, Libros Históricos, Los Salmos y Los Profetas (Mayores y Menores).
Algunas veces cuándo en las Nuevas Escrituras o Nuevo testamento leemos "La Ley" se refiere a lo que hoy día se conoce como Pentateuco, es decir los primeros cinco libros de la Biblia.
"La Ley" también tiene su clasificación, por ejemplo la Ley Ceremonial (Ritos y Ordenanzas), La Ley Moral, La Ley Civil y Penal.
La Ley Ceremonial era símbolo o tipo del Santuario Celestial, habían Sacerdotes para que presentaran sacrificios de animales para obtener el perdón de pecados del pueblo, todo esto se cumple con la llegada del Mesías, El Mesías es el Cordero que fue sacrificado, El Mesías también es el Sacerdote que entró en el verdadero (el otro, terrenal, era sombra) Santuario (en el cielo) para presentar la Sangre por los pecados del Pueblo. Todo esto se cumple en Yeshúa.
La Ley Civil y Penal, era exclusiva para poner el orden en el Antiguo pueblo de Israel, hoy día en cada nación tenemos nuestro propio código civil, procesal y penal.
La Ley moral que se refiere en primer lugar a la relación del hombre y su amo (Dios) y la segunda parte la relación del hombre y su prójimo, hablando de los diez mandamientos, es ley eterna. Esta ley fue dada a Moisés, junto con el Pacto, para que la diera a conocer al pueblo, y fue escrita en piedra por el dedo de Dios, pero podemos leer que también ya había sido dada desde el principio cuando Adán estaba en el Jardín.
El primer Pacto era perpetuo, pero debido a las terribles transgresiones del pueblo contra Dios y su Ley, se da por invalidado. Pero Dios luego habla de la instauración de otro Pacto.
Leamos la porción de Jeremías 31:
He aquí que vienen días, dice YHVH, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice YHVH. Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice YHVH: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Cuando Yeshúa vino estableció ese Pacto leamos:
Lucas 22:20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
Como ya dije antes la ley moral (los diez mandamientos es Eterna), cual es su propósito es sacar a luz (al exterior) el pecado del hombre, el Apóstol dice ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco
conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. (Romanos 7:7).
Por medio de la ley me doy cuenta que soy un pecador, y todo aquel que transgrede una ley (incluso la terrenal o civil) tiene que ser castigado, el castigo por transgredir la ley eterna de Dios es la muerte, es ahí donde me doy cuenta que necesito que alguien me rescate para no morir, y ese solamente es Yeshúa, el Hijo de Dios.
Es decir la ley sacó a luz toda mi inmundicia y me condenó a morir, miré hacia mi Salvador y obtuve la Gracia Divina.
Por medio de la ley me doy cuenta que soy un pecador, y todo aquel que transgrede una ley (incluso la terrenal o civil) tiene que ser castigado, el castigo por transgredir la ley eterna de Dios es la muerte, es ahí donde me doy cuenta que necesito que alguien me rescate para no morir, y ese solamente es Yeshúa, el Hijo de Dios.
Es decir la ley sacó a luz toda mi inmundicia y me condenó a morir, miré hacia mi Salvador y obtuve la Gracia Divina.
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