Por: Rev. Elías Limones
En la China siglos atrás, un herrero vio unas hojas de árbol flotando en un tanque de agua que tenía en su taller, y por simple curiosidad dejo caer una gota de metal derretido en el extremo puntiagudo de la hoja. Para sorpresa de él, después de girar unas cuantas veces, el extremo con la gota de metal se halló apuntando hacia el norte.
Este simple experimento fue lo que dio origen a la brújula. Mas tarde los científicos descubrieron que la fuerza magnética de la tierra, hacia que la punta de la hoja con metal siempre apuntara hacia el norte.
Hay una fuerza interna llamada Espíritu Santo que siempre nos guiará – dice Juan 16:13 – a toda verdad. Esto incluye nuestro diario vivir el cual está lleno de decisiones.
Este simple experimento fue lo que dio origen a la brújula. Mas tarde los científicos descubrieron que la fuerza magnética de la tierra, hacia que la punta de la hoja con metal siempre apuntara hacia el norte.
Hay una fuerza interna llamada Espíritu Santo que siempre nos guiará – dice Juan 16:13 – a toda verdad. Esto incluye nuestro diario vivir el cual está lleno de decisiones.
ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS ES ALGO QUE SE APRENDE
Por ejemplo, cuando estaba aprendiendo a afinar las cuerdas de la guitarra, el maestro me dijo: “Primero tiene que aprender a afinar su oído a las notas musicales, para luego poder afinar las cuerdas de la guitarra. Me tomó mucho tiempo y mucha práctica antes de aprender a detectar con mi oído las notas musicales.
NUESTRO DIOS TIENE VOZ
Nuestro Dios es un Dios que habla, que se comunica. Una de las maneras como El se comunica es por medio de su ‘rhema’ – Palabra escrita. Pero además de esto, Dios siempre tiene una palabra para el momento, para cada situación por la que estemos atravesando. En el libro de Génesis Dios se manifiesta como un Dios que habla:
Y dijo Dios sea la luz…
Y dijo Dios se la expansión…
El tiene voz y sabe comunicarse. El tiene habilidades verbales.
El mismo Señor Jesucristo, el Dios manifestado en carne es presentado en el evangelio de Juan como el verbo de Dios. Génesis 3:1 “Conque Dios ha dicho…” El propósito del Diablo es ‘obstruir nuestro oído espiritual para que no escuchemos la voz de Dios para nuestras vidas.
El verso 8 después que Adán y Eva desobedecieron a Dios, dice: Y oyeron la voz de Dios que se paseaba en el huerto. Es interesante observar que fue la voz de Dios la que salió en busca de Adán y Eva.
En Apocalipsis leemos: El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Exodo 21:1 comienza diciendo: Y habló Dios todas estas palabras… El verso 18 continúa diciendo: Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos.
¿Puede ver el patrón? Es como si el diablo sembrara esa cizaña de temor en el corazón de los creyentes a tal punto de no querer escuchar la voz de Dios. La voz de Dios nunca va a matar nada que no necesite morir en nuestras vidas. Es por eso que cada vez que un profeta de Dios traía un mensaje para el pueblo, comenzaba y terminaba el mensaje con la frase: “Así dice le Señor o así ha dicho el Señor”. Porque Dios constantemente está tratando con nosotros.
LA VOZ DE DIOS HABLA A NUESTRO ESPÍRITU
Proverbios 20:27 dice: Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual escudriña lo más profundo del corazón. Dios no nos habla a nuestro intelecto o a nuestros oídos, cuando El nos habla lo hace a nuestro espíritu.
Hechos 17:16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. Otra traducción dice: Su espíritu se conmovía. ¿Sabía usted que Dios puede conmover su espíritu?
II de Corintios 12:13 Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor, no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito; así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia. No tuve reposo en mi espíritu - a pesar de que la puerta estaba abierta, sin embargo, cuando no halló
reposo en su espíritu, Pablo no se quedó allí, sino que se alejo de ese lugar.
Cuando usted esté planeando algo, va a tomar una decisión, y no siente reposo en su espíritu, es tiempo de detenerse y no hacer lo que está pensando hacer. Es Dios hablando a su espíritu; y cuando es la voluntad de Dios, El va a poner reposo en su espíritu.
Déjese guiar por la voz del Espíritu de Dios, y no por la razón.
Que el Dios de amor hable a su espíritu por medio de esta corta reflexión....
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